La decisión es del magistrado Luis Roberto Barroso a pedido del partido opositor Red, en medio de las negociaciones dentro del gobierno sobre cómo actuar a partir de ahora en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres frente a la variante Ómicron.
El pedido respalda a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que recomendó al gobierno adoptar la obligatoriedad de la vacuna para cualquiera que quiera ingresar a Brasil.
El asunto comenzó a discutirse este lunes en una reunión entre cinco ministros en la Casa Civil, la jefatura de Gabinete, dentro del palacio presidencial del Planalto.
Brasil superó el 64% de la población inmunizada con dos dosis aunque Bolsonaro repitió el fin de semana que no tiene previsto vacunarse contra la Covid-19.
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, se había opuesto a pedir un pasaporte de vacuna para ingresar al país.
«El pasaporte de la vacuna no impide la circulación del virus», argumentó, en línea con Bolsonaro, que prometió a sus seguidores el mes pasado no implementar la exigencia de certificado.
Brasil detectó cinco casos de Ómicron, en pasajeros que llegaron desde Sudáfrica.